Y nosotros, los que venimos a leerte, somos como esos gorriones que revolotean, atentos a las migas que caen cada vez que le pegas un mordisco al tu bocadillo...
Qué comentario tan agradable, Teresa. Aunque me da que has venido a las migas por esa afición tuya a la buena comida. Qué mejor bocado que un buen pan. Gracias por la visita (alguna vez me asomado yo también a tu trampolín).
Y estar cerca para recoger esas migas .... eso nos hace acercarnos a las personas que las sacudieron. En ocasiones nos encontramos con "migas" muy curiosas y que merece la pena comerse.
Gracias Hache. Me temo que vamos a quedar todos perdidos de migas. Como aquellos ancianas desdentadas de antes sobre cuyas ropas de luto siempre había un rastro de pan de pueblo. Un abrazo.
Y nosotros, los que venimos a leerte, somos como esos gorriones que revolotean, atentos a las migas que caen cada vez que le pegas un mordisco al tu bocadillo...
ResponderEliminarQué comentario tan agradable, Teresa. Aunque me da que has venido a las migas por esa afición tuya a la buena comida. Qué mejor bocado que un buen pan.
ResponderEliminarGracias por la visita (alguna vez me asomado yo también a tu trampolín).
Y estar cerca para recoger esas migas .... eso nos hace acercarnos a las personas que las sacudieron. En ocasiones nos encontramos con "migas" muy curiosas y que merece la pena comerse.
ResponderEliminarMe gustó mucho la comparación.
Gracias Hache. Me temo que vamos a quedar todos perdidos de migas. Como aquellos ancianas desdentadas de antes sobre cuyas ropas de luto siempre había un rastro de pan de pueblo.
ResponderEliminarUn abrazo.