Que le den por la popa a Samaniego. Las fábulas son una sarta de mentiras bienintencionadas. Está uno en estos tiempos para pocas moralejas. Quién no quisiera que se cumpliera el final edificante de esas parábolas y que los codiciosos pagaran ahora su codicia, y los soberbios, su soberbia. Que los pringados levantaran la cabeza. Y sin embargo… Todos estos hijos de la gran siete que te miraban por encima del hombro cuando se les pedía una hipoteca, cuando llegabas ahogado en busca de un crédito, cuando te lamentabas porque no tenías para terminar el mes. Todos estos sacamantecas que se pasean con bemeuves, trajes bien planchados, corbatas de colorines y zapatos sebago. Que van al gimnasio a desestresarse y cenan los sábados en restaurantes de moda. Que te ponen cara de asco porque eres un mierda que gana lo justo para pagar casa, comida y colegios. Que saben de economía la hostia. Que te dicen que hay que flexibilizar el mercado de trabajo. Que el servicio debe ser sudamericano porque resulta más barato y disciplinado. Que tienen una casa en el campo y unos niños pijos de cojones. Todos estos hijos de puta no sabían que esto iba a irse a la mierda, que todo este tinglado que tienen montado era más palafito que foster, no tenían ni puta idea de economía, ni de mercados, ni de bolsa, ni de nada y han resultado ser un hatajo de chulos ignorantes que viven como dios y del cuento, y a los que ahora, con los ahorros de los curritos que ellos desprecian, les van a salvar el culo y la buena vida. Para que sigan riéndose de todos nosotros. Para que sigan mirándonos como a la mierda. Esto no es una fábula moral de Samaniego. Esto es la puñetera realidad.
13 comentarios:
Amén, Diarios. Lo has clavado.
Con suerte despertamos y es todo una inmensa broma de mal gusto, una tomadura de pelo de dimensiones universales. Pero mucho me temo que no.
Qué gentuza.
sí...
O no sabían, o sabían tanto que hasta sabían que iba a pasar, les iban a salvar el culo con el dinero de todos, e iban a seguir forrándose como si nada hubiera pasado. ¿Apostamos?
Me temo que más que entrada, lo escrito es desahogo. Ha quedado un poco revertiana. Pero es ciertamente indignante que toda una casta de economistas enteradillos, instituciones poco fiables, gobiernos negligentes e inútiles instituciones fiscalizadoras hayan regido la economía mundial desde la suficiencia y la soberbia, para descubrirnos finalmente en un escenario de precariedad para los más desfavorecidos, de paro creciente, recortes presupuestarios y enorme inseguridad sobre el ahorro generado por las familias. La solución ideada es inyectar dinero público en el sistema, generando de este modo una liquidez ahora exhausta. Nadie ha hablado, que yo sepa, de ponerse a investigar la responsabilidad de quienes han pilotado esta deriva y se han ido a sus casas con los bolsillos rebosantes y el prestigio intacto.
Un cordial saludo -Conde, Jin, Rubén-, y perdonad por esta especie de panfletillo-arcada.
En el lenguaje teatral, se llama Vómito.
Vómito mental, aclaro. Es una forma de desahogarse importante y comprensible.
Saludos
Suscribo lo leído en tu entrada. Al menos la mala leche no nos la han robado.A esos que se han largado del barco hundido con lo que se les llama
"golden parachutes" paracaídas de oro(siempre el mundo anglosajón adelantándose en los bautizos) a esos algo habrá que hacerles, no?
Y a los que han permitido que eso pase, claro.
Algo visocos sí que es el texto, querida Luna. Así que vas a tener razón. (Me temo que nos hemos quitado para este asunto la nariz roja.)
Bienvenido Pasado (parece que hablara la Memoria -ja,ja-). Me temo todos estos caraduras se van a ir de rositas.
Un abrazo.
Quitarse la narizroja es importante para algunas cosas en estos momentos.
Llegué aquí despues de leer Rescoldos y me encontraba muy relajada...
Saludos
Me quito el cráneo.
Grande, grande ésta y emocionante el epistolario de arriba.
No se destoque, mi buen Manuel, que ya está ahi el invierno.
Un abrazo y gracias.
Mi madriña que desahogo!!! El otro día tuve yo uno igual en la tertulia matinal. Terminamos casi gritando improperios dedicados a todos esos espabilados
Me da que el asunto nos toca a todos la fibra sensible, querido Occam. Por cierto, me alegro de hayas reactivado tu bitácora.
Un abrazo.
(Se me olvida preguntarte: ¿qué tertulia?)
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