sábado, julio 05, 2014

Marina


En el aire se condensa una intensidad de tormenta interrumpida sólo  por un instante. El sol se asoma en esa tregua a través de una mancha apenas de arcoiris. Alguien ha marcado este arenal desde lo alto con tachuelas de colores. Como queriendo señalar el lugar exacto donde el verano debería estar incidiendo a plomo sobre los bañistas; la playa que, sin embargo, a esta hora final de la tarde parece el escenario arrumbado —y paradójicamente hermoso— de unas vacaciones abreviadas por la irrupción de un otoño repentino. 

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