martes, septiembre 18, 2007

A ras de suelo

Plaza Mayor. Media mañana. Llueve fina e insistentemente. Día otoñal. La Botica está llena de gente. A los que tomamos allí el café de las once, se nos une una excursión de turistas que se protegen del agua y colapsan los retretes. Afuera estalla una explosión rápida y potente. Un estruendo como de petardo enorme. Resuena en la cantina. Agita lámparas y golpea como una aldaba invisible todas las cajas torácicas de los presentes. Quedamos alertados. Los estallidos continúan. Salimos afuera. Un montón de mineros toma el empedrado. Miran desafiantes el balcón de la casa consistorial. Huele a pólvora. Sigue lloviendo. El humo se disipa rápido. Justo en la salida de la plaza hacia el muelle, posa una señora de edad. Con chubasquero de vivos colores. Sonriente. Al fondo, el Ayuntamiento, los soportales, el macetero gigante que cuelga de la farola central, las espaldas anchas de los mineros, el vuelo bajo de los barrenos. La cámara fotográfica toma la instantánea y dispara automáticamente el flash. Está oscuro el día y la tormenta anda a ras de suelo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Aquí, no estamos acostumbrados al estruendo de la pólvora minera, si sucediera algo así..supongo que nos tiraríamos a tierra de inmediato.
Hace unos años, en la Magdalena, cayó un rayo y pensamos que el techo se caía encima de todos, nadie se atrevía a levantarse, un bedel con cara de guasa dijo: señoras, señores ¿no han reconocido el sonido del rayo? arriba, arriba, no sean ustedes tan exagerados.

P.D. Cuenta con tanto detalle los libros que no voy a necesitar comprarlo (risas)

conde-duque dijo...

Me ha gustado mucho este texto, Diarios.
Y me ha dado envidia. Aquí no llueve todavía...

DIARIOS DE RAYUELA dijo...

Gracías por su visita Luna del 8. Aquí empieza a ser también un acontecimiento inusual la pólvora minera. Apenas si quedan minas.
Respecto a los libros, me aplicaré el cuento, seré más breve. Lo procuraré al menos.

Conde, he seguido fielmente su estancia en Roma. Y he visitado sus colección de fotos en Flickr. No se piense que porque no me oye...

Un abrazo a ambos.

Anónimo dijo...

Soy luna del 8, es decir, la luna.
Un día comentaste que detallaba demasiado los lugares de la Mancha menchega.
Me gusta la introducción que haces de los libros, da una idea perfecta sobre si merece la pena gastarse el dinero y tener el libro, o buscarlo en bibliotecas públicas.
Mis padre me enseñaron a no guardar demasiados libros.
Un día explicaré sus razones, bueno si puedo, escribir es muy dificil...

Saludos

*Vaya día llevo con las letritas