martes, septiembre 07, 2010

Un ser humano acompañado

Informativos de la noche: vídeo sobre la entrega a José Antonio Labordeta de una condecoración institucional. La cámara toma de soslayo el rostro de la ministra Chacón. Se le intuyen lágrimas. Conmueve la enfermedad de quien se quiere. Las contenemos a duras penas en casa. Porque siempre hemos considerado a Labordeta uno de los nuestros. No en la acepción sectaria, sino en la íntima. De los que hemos llevado muy dentro y nos han hecho seguramente un poco mejores. Canciones. Poemas. Relatos. Y una manera distinta y ejemplar de recorrer los paisajes de España. Al bies. Por rincones y sin prisa. Conversando con las gentes desde la curiosidad, el respeto y lo cordial. Una manera, en fin, también ejemplar de andar por el mundo. En las imágenes del telediario estaban cerca sus nietas. A ellas les escribió hace un par de años este poema.

En el lado feliz
mis nietas me saludan
con el jolgorio de los días de fiesta.
Ríen, saltan, se combaten entre ellas mismas
la alegría de ver la vida como un río sin fin,
sin fondo. Como si el mar
llegase a nuestra puerta.
Ante tanto diluvio de alegría
a este viejo poeta abandonado
solo le queda la memoria,
la inestable memoria de los vagos recuerdos
olvidados.
Gracias a que la vida está entre ellas
rompiéndome la cruz de los silencios,
la vaguedad inútil del desierto
y la cumbre final de una montaña
me siento como vivo.
Como un ser humano acompañado.

Ahí quisiéramos no pocos que nos supiera también el viejo poeta. En la compañía y el cariño. En el aliento que anima a la vida.

No hay comentarios: