No es lo mismo bandera en mástil que en driza. Empuñada que colgada. El pulgar a modo de tenaza fue un hito en la evolución de la especie. El desarrollo de las herramientas y el adecuado uso del arma como defensa instrumental, lo fue aún mayor. Hay quien se aferra a lo que blande con la fiereza de un primate amenazado, usando con pericia su pulgar pero sin haber llegado a tiempo al resto de las bendiciones evolutivas. Eso sucede cuando se "levantan banderas", que así se decía figuradamente si se convocaba a la gente de guerra. Y es que anda mucho abanderado con los mástiles de proa, como picas buscándole las mantecas al contrario.
9 comentarios:
Lo que da como resultado que muchos se desmarquen, incluso de aquello en lo que deben comprometerse, para no salir dañados. La res publica se convierte entonces en patio de colegio: ganan los más fuertes, los más gritones. A menos que los más, que también son más cuerdos y menos soliviantados, aporten su cordura y la impongan de la única manera posible: usando la razón.
Gracias por tus apuntes cotidianos.
Un abrazo.
Es que, como le oí decir a una sobrina mía de unos 20 años el otro día, la mayoría de la gente no tiene ideas políticas, sino creencias. Y discutir sobre creencias es casi imposible.
Un abrazo.
Paco, esta entrada en gran se debe a tí. Pensé al escribirla en la que tu habías colgado sobre las banderas. Debo reconocer que cada vez me gustan menos y que algunas, en manos de algunos, dan auténtico miedo. Leeré despacio tus reflexiones sobre la creación literaria.
Porto, lo que tu sobrina ha dicho resume de modo atinadísimo lo que está sucediendo. No dudes en darle voz en tu bitácora (que hoy, por cierto, está que arde -combustión dialéctica-).
Un fuerte abrazo para ambos.
Hay muchos portaestandartes con tendencia a piqueros o alabarderos, en efecto, pero mi esperanza está con los muchos millones que aún no nos hemos puesto en esa posición, ni tampoco en la de escudos humanos ante tanta bandería enristrada. Aunque hay motivos para cierta alarma, confío en el efecto suflé (la deflación en el momento en que baja sólo un poco el fuego)y en que los últimos treinta años hayan enseñado a la mayoría de los españolitos a ser escépticos: la única posición sensata entre el fanatismo y el cinismo.
Qué magnífico comentario, querido Bustrófedon. Al igual que tú, confío en que la sensatez termine imponiéndose, aunque lamento que tenga hoy tan pocos cauces para manifestarse.
Un fuerte abrazo
Es verdad, como en el cuadro de Velázquez, banderas que son lanzas (o picas), aunque instantes antes de la anhelada rendición ante los ufanos guerreros. Desde aquí al lado, tan lejos y tan cerca, me produce espanto ver tanto patriota suelto, y tanto ruido por una decisión probablemente errada, pero no tan relevante como la pintan. La historia de España nos ha dejado una derecha intolerante y chillona. Me temo que tanto jaleo finalmente pueda traer desánimo y falta de interés, abstención, pasotismo, vaya.
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Azófar, de algo estoy seguro, tus entradas en Olissipo son mucho más relajantes que estos apuntes de crónica política que a veces uno se siente obligado a hacer. Efectivamente, sí que dan espanto los patriotas sueltos (los de patria grande y los de patria chica, todos).
Un abrazo.
DR, yo soy más perezoso y muy desigual. Me gustan tus apuntes: sean sobre temas políticos, sean sobre tus impresiones en otros sentidos, en la variedad bien trabajada está la virtud de tu blog.
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