viernes, marzo 30, 2007

Románico

Los próximos días viajaremos al norte de Palencia. Visitaremos sus pequeñas iglesias románicas. Siempre me ha parecido un misterio la poderosa seducción que ejerce este estilo arquitectónico. Pintura y escultura se adaptan a las formas de sus construcciones y no tienen por tanto vocación de obras exentas; no forman por sí mismas un discurso artístico completo; se violentan hasta acomodarse al espacio donde se ubican, sirven a intereses pedagógicos. Y sin embargo, muchos de esos capiteles, canecillos, ménsulas, tímpanos, dinteles, arquivoltas, jambas, parteluces o frescos polícromos, que no son sino la labor de artesanos anónimos, tienen la irrefutable hechura de la obra artística; y en no contadas ocasiones, la irrefutable hechura de una conmovedora obra artística. La arquitectura románica es una suerte de minimalismo contundente que se trufa de pinceladas expresionistas en aquellos rincones donde moran esos seres desproporcionados que le retuercen las costuras al sencillo trazo constructivo de sus moradas. Esos cofres de piedra con apariencia modesta, de hábitos silenciosos, de interior umbrío y recogidos sobre sí mismos, encierran, como los sueños o los delirios, cualquiera de nuestros más íntimos fantasmas, vida, muerte, ángeles y demonios, sexo y religión, oficios y paisajes, animales domésticos, fieros o míticos. Pienso, en fin, que quizás haya en ese apego a lo románico la vocación de estar en el mundo al modo en como lo están sus más pequeños templos: hacia fuera con la firme consistencia de lo humilde; y tatuados por los adentros con las historias íntimas de los pliegues del alma.

Hasta la vuelta.

7 comentarios:

FPC dijo...

Nada que añadir, salvo que quizá por eso mismo yo prefiero el románico. Me parece cercano, lejos de la grandilocuencia del gótico (soberbio, espectacular, aéreo).

Mis mejores deseos para estos días. Pasadlo bien. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Buen viaje y felices días.
Si es posible, no olvides visitar Ciudad Olmeda, cerca de Carrión de los Condes.
Es una villa romana, encontrada no hace demasiados años...tiene un museo de cosas encontradas que llaman la atención.
La mayoría son cosas muy sencillas, de uso cotidiano, me llamó enormemente la atención un pasador para el pelo, muy parecido a los que usamos las mujeres en la actualidad.
Y si no te molesta que lo diga...dormir y desayunar en el convento de las monjas abadesas de Carrión, es delicioso, es entrar en otro mundo diferente...vamos, que estoy pensando envíar a Rajoy, a ver si se tranquiliza un poco.

Saludos y hasta pronto.

conde-duque dijo...

Esperaremos la crónica del viaje a la vuelta. O sea, que a llevarse un cuadernito y a tomar notas a diestro y siniestro. Cualquier detalle nos gusta.
Buen viaje. Que disfrute.

Anónimo dijo...

Románico...
deberías darte una vuelta por "el románico pirenaico, el navarro es impresionante, el catalán riquísimo, el aragonés sobrio. Pero hay quien dice todo lo contrario: el navarro sobrio, el catalán impresionante, el aragonés riquísimo. Pero hay quien dice...
Una maravilla.

Anónimo dijo...

Pásalo muy bien. Seguro se le extrañará por acá.


Excelente viaje y buen fin de semana.

Portarosa dijo...

Como FPC, también yo me he sentido siempre mucho más cercano al Románico, a pesar de que por supuesto sea el Gótico el que me deslumbre. La oscuridad, el tamaño accesible, la sobriedad, invitan mejor al recogimiento, creo yo.

Un abrazo.

Alexandrós dijo...

El gótico es de torre alpina, vertical, aserrada por tajos divinos. En cambio el románico se asemeja más al monte enlomado, de pastoreo, que se camina con parsimonia y conversación amena.
Un abrazo y ya nos contarás