viernes, abril 25, 2008

La risa de mi hijo

Se arrastraban húmedas las horas de mi vida
como los caracoles en las tapias
después de las tormentas,
sin sospechar siquiera
que un buen día les habría de salir al paso
el exterminio dulce de tu risa.

(Alguien hoy me vino a recordar estos versos de hace tan sólo -¿tan sólo?- unos años.)

8 comentarios:

Luna dijo...

Están llenos de ternura...

Saludos

mgab. dijo...

no es comparación, ni elogio siquiera, es... otra cosa: Miguel Hernández me ha asaltado leyendo tus palabras

Raquel dijo...

Hermosos versos

Felipe Sérvulo dijo...

Claro que sí, en la sencillez está la belleza.

Anónimo dijo...

¿Y son tuyos?
Son..., hermosos.

Lula Fortune dijo...

"El exterminio dulce de tu risa"
y no son más que palabras.
Besos desde un domingo que se resiste a ser lunes.

DIARIOS DE RAYUELA dijo...

Muchas gracias a todos por vuestra generosidad.
Este poema se incluyó en una plaquette editada hace cuatro o cinco años.
Llevaba por título "De entre las ascuas".
Un abrazo.

Sir John More dijo...

Ah, tus versos que más prefiero...