Se falló hace unos días la XXII edición del Premio Cálamo de Poesía Érótica. El jurado lo componían Francisco Velasco, Eladio de Pablo y Verónica García Moreno. Eligieron como la mejor de las obras presentadas la del poeta aragonés José Antonio Conde Lafuente, titulada La diferencia que cubre la trampa. De ella extraigo ahora estos versos:
Sin más pretexto
que la ortiga incandescente,
me hospedo en el almíbar,
en la brevedad del lamento
y nadie moldea mi vientre
ni lo mancha de brasa, ni dilata su reino.
Sin más pretexto
que la ortiga incandescente,
me hospedo en el almíbar,
en la brevedad del lamento
y nadie moldea mi vientre
ni lo mancha de brasa, ni dilata su reino.
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