A C.Si inventariase los recuerdos
más dulces de tu cuerpo
salvaría sin duda aquella risa primera
que aún guardo en la memoria
abriéndome en dos el pecho.
Si quisiera dibujarte
en el escorzo con que el tiempo
modela los deseos,
tus piernas calzarían
la noche hasta los muslos
y en la hendidura misma del alba
se ocultarían tus dedos
como sierpes tenaces
reptándote la dicha.
(De entre las acuas)
4 comentarios:
Precioso.
Gracias. Muchas gracias.
Estupendas tus últimas entradas (todas las que he tenido tiempo de leer). Aunque me encanta la metáfora de las dudas, la que más me gusta es este perturbador poema.
Saludos, D.R.
Me alegro de saludarte de nuevo. Espero que ello signifique también que se reanuda tu bitácora.
Un fuerte abrazo.
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