domingo, marzo 04, 2012

Comparaciones inapropiadas

No deben compararse. Películas muy diferentes. Intenciones radicalmente distintas. Pero como uno las vio seguidas, ha tenido la inclinación de ponerlas en un mismo plano, enjuiciadas quizás arbitrariamente por este espectador que más que por el rigor se ha dejado llevar por eso tan subjetivo que llaman parecer. Ventajas de mantener una bitácora sin compromisos. Le Havre y The Artist. Kaurismaki y Hazanavicius. El reducido espacio de un barrio portuario y el ambiente glamoroso de los estudios cinematográficos de Hollywood. En una, la historia de un adolescente subsahariano sin papeles que busca a su familia y es arropado por unos cuantos desgraciados. En la otra, el cuento de un afamado actor de películas mudas que no se sube a tiempo al tren del sonoro y pierde, poco a poco, fama y fortuna. En ambas, la redención del final feliz. O casi. La alegría de los pobres siempre es menos exigente. La mezcla de drama y comedia tiene mucha más verdad en Kaurismaki. The Artist es sobre todo artesanía; divierte, pero deja por poso poco más que un reto técnico, no una historia original, ni unos personajes reales: su apuesta por la recuperación del cine mudo es tan fiel como estéril. De Le Havre, cuando pase el tiempo, recordará uno a ese limpiabotas de principios urdiendo la complicidad de un barrio humilde para esconder primero al chaval africano llegado clandestinamente en un contenedor de mercancías y, más tarde, para conseguir el dinero suficiente con que pagarle el viaje a Londres, donde lo espera su madre. La humildad de las casas. De las tabernas. De las calles próximas a los muelles. Un cuento de generosidad para los malos tiempos que transitamos. Con qué poco se le puede dar sentido a la vida. Quizás esté siendo injusto con esto de las comparaciones. Quizás no se deba nunca mezclar talento y ocurrencia. Genio y oficio. De Kaurismaki queda un estado de ánimo, una fábula para la dicha y la bonhomía. De The Artist, unos cuantos óscars,  tantas veces salario de los pasatiempos.

3 comentarios:

koolauleproso dijo...

Porque sabemos que los "oscar"(y los "goya", y los "cesar", y los "bafta", que todo lo ha conseguido, creo) tienen más que ver con el "marketing" que con la justa valoración de los méritos artísticos, pero asombra que una peliculita tan mediocre como "the artist" lo haya ganado todo, cuando además su banda sonora es el plagio más descarado de la historia del cine.
Un saludo, y gracias por tu visita, paisano

koolauleproso dijo...

"The Artist", como dices, una decepción. "Le Havre", salgo ahora mismo para el cine. Ya te contaré

DIARIOS DE RAYUELA dijo...

Espero que hayas llegado a tiempo a Le Havre. Como bien comentas, no siempre los premios aseguran calidad, incluso en ocasiones son más bien indicio de lo contrario.
Un abrazo y gracias por acercarte a esta ventana de apostillas recién reabierta.