miércoles, diciembre 12, 2012

La Lahiri

El descubrimiento de la escritora Jhumpa Lahiri me ha ofrecido muchas horas de felicidad lectora. Después de Tierra desacostumbrada —una gavilla de narraciones engañosamente simples, magistralmente precisas, y a las que llegué por un artículo de Carlos Boyero—, se fue uno enseguida a por Un nombre bueno —la sugestiva novela de un hombre que tarda en aceptar su propio nombre, en aceptarse a sí mismo, casi cuarenta años—. El tercer libro de Lahiri al que me he acercado es El intérprete de emociones. Recién comenzado, lo poso y aturdido aún por la impresión que me ha producido el primero de sus cuentos, Una medida temporal, corro a contar aquí el hallazgo, el soberbio retrato de las ruinas de un amor, unas resumidas mil y una noches de confesiones crudas a la luz de unas velas, mientras vuelve la luz: "El aviso les informó de que la medida era temporal: durante cinco días les cortarían la electricidad por espacio de una hora, apartir de las ocho de la noche. La última tormenta de nieve había producido unaavería en el suministro y los empleados de la compañia iban a acometer lareparación a primera hora de la noche, cuando el clima era algo más clemente.La reparación iba a afectar solamente a las casas de la tranquila callearbolada, cercana a una hilera de tiendas con fachadas de ladrillo y una paradade tranvía, en la que Shoba y Shukumar habían vivido durante tres años ..." En fin, uno de los mejores relatos que haya leído nunca. Cómo no compartirlo.

4 comentarios:

Miguel Sanfeliu dijo...

Gracias por el enlace. No he leído a Lahiri, pero siempre he sentido curiosidad. Un abrazo.

koolauleproso dijo...

¡¡Feliz año, paisano!!

Molina de Tirso dijo...

Me gustó "Tierra desacostumbrada" pero´tenía algo que no acababa de convencerme, quizá una cierta inseguridad. Probaré con alguno de los que nombras, espero que sean posteriores y haya ganado (algo) en oficio.

Carlos Ardohain dijo...

Comparto el entusiasmo por la escritura de Lahiri, leí Tierra desacostumbrada y luego El buen nombre (traducido aquí en Argentina de esa forma), que me deslumbró.
La felicidad que provoca leerla es también extensible a saber que es un placer compartido con otros lectores.
Saludos