Al margen va el fallo. Y los motivos que, según parece, lo animaron. Agradecido quedo. La publicación, será, supongo, una edición no venal en la que se recogerá este breve poemario que he titulado Cantata de los días tasados. Entretanto llega, se adelanta más abajo algo de su contenido:
Recitado
Así engarzo las cuentas de mi vida, los días y los
afanes, el pesar y la dicha, el remordimiento y sus cauterios. Así engarzo mis
días, con el ahogo propio de quien sabe que el aire concedido no alcanza para
llenar eternamente la sed de los pulmones.
Días
contados
Empiezas
a tener
la
exacta edad de las renuncias.
Volverías
por ello quizás
a
correr sólo por nada,
por
el solo placer de los cansancios;
volverías
a dormir a ras de tierra,
sin
frío siquiera ni todavía costumbre;
volverías
a beber hasta estar ebrio,
y
a comer hasta el hartazgo,
y
a amar hasta rendirte exhausto
al
indicio fugaz de que el placer,
todos
los placeres, también la vida,
tienen
siempre sus días contados.
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