viernes, julio 06, 2007

Insomnio

Insomnio y vértigo van de la mano. Hay un momento en el que tomamos plena consciencia de que la noche va venir larga. A partir de ahí comienzan a precipitársenos imágenes y palabras. Está todo a la altura de la frente, por encima de los ojos. Tiene la forma de un calidoscopio agitado en el que se hace imposible fijar alguna composición. De críos resulta más fácil hacerse con el mando. Basta fantasear un poco y el sueño acude dócil. Cabe pues pensar que los años nos van poblando la noche más de lo conveniente. O, visto desde otra perspectiva, que a medida que envejecemos nos procuran menos consuelo las fantasías.

6 comentarios:

Raquel dijo...

Pensé que nunca iba a pasarme pero sí. Ahora que ya acepto que pase, he comenzado a inventar otras formas para aliviar la madeja interminable de la noche que nunca llega de hilarse.
Preciso tu texto. Bonito.

Anónimo dijo...

Buenos días:
totalmente de acuerdo, tengo vértigo y falta de sueño desde hace una semana y por más que quiero fantasear e imaginar con lo que va a suceder en pocos días,no me es posible, en vez de plácidas ovejitas saltando una valla muy rural, que sería lo normal, me asaltan los rugidos de leones y por más que lo intento y rezo a los dioses del Olimpo, no vuelve ni oveja con su tierno balido.

Saludos y buen día para todos.

Daniel Pelegrín dijo...

Es cierto, cuando niños era más sencillo. Yo ahora al insomnio lo acoso con lecturas, pero no siempre lo venzo. El vértigo, sin embargo, llega cada mañana, cuando al despertar compruebo que no recuerdo ningún sueño, que salgo de un silencio vacío, de plomo.
Gracias por estas entradas, le ayudan a uno a encontrarse. Salud

la luz tenue dijo...

Sentir los párpados. Hubo un tiempo en el que eso me dio resultado, pensar solo en ellos, pero ya no.
Ahora leo o me asomo a la ventana.

Anónimo dijo...

Después de leeros (Raquel, Luna, Azófar, Luz Ténue), creo que lo mejor de la entrada son, sin duda alguna los comentarios que ha generado, las imágenes suscitadas: la madeja interminable que nunca llega a hilarse; los leones que espantan ovejas; el vacío de plomo que supone la desmemoria de la noche; pensar en el envés de los párpados. Gracias a los cuatros por mejorar esta bitácora.
Un abrazo

conde-duque dijo...

Pues llevo toda la vida siendo un insomne recurrente (la cosa va por temporadas) y de pequeño lo pasaba fatal, incluso peor que ahora, porque todo se mezclaba con pesadillas y miedos que me martirizaban; llegaba un momento en que no sabía distinguir el sueño de la vigilia y todo me hacía dudar de la existencia del mundo...
Es horrible dar vueltas en la cama sin poder dormir; escuchar las señales horarias de la radio y las noticias repetidas cada hora, en una cuenta atrás como de condenado a muerte... Y levantarse agotado un día más.
Leer a veces es contraproducente. Se me ponen ojos de buho.
Durante un tiempo mi táctica fue leer pasajes de la Biblia, letra pequeñita y nombres exóticos.