Llevo esta bitácora con cierta discreción. Algo tendrá que ver en ello, supongo, la desconfianza que me suele inspirar cuanto escribo. Así que sólo algunos amigos la conocen. De ella nada sabe J., que es uno de los más queridos. Sí le he hablado, no obstante, de algunos otros blogs que leo a menudo. Hace unos días fuimos a comer a su casa. Había cocinado patatas con langostinos. Deliciosas. Le pregunté por la receta. Y como quien habla de un amigo común, me dijo: es de Ismael Rozalén.
5 comentarios:
No salgo de mi asombro. La cocina es una de mis mayores aficiones -y obligaciones diarias-. Tendré que poner más recetas. Ya será a la vuelta de vacaciones. Son cortas, en dos lunes ya estoy de nuevo trabajando. Un abrazo.
No sabes lo que me agrada tenerte por aquí de nuevo. Debo comentarte que después de hablarle de tu blog a mi amigo me comentó, tan sólo unos días más tarde, que lo había ido leyendo poco a poco. Que las portadas discográficas le hicieron reir a gusto (sobre todo la de los laringectomizados). Pero que lo que más le gusta es la impresión de buena gente que desprende quien lo escribe. Impresión que comparto.
Un abrazo, Ismael, y mucha suerte con la nueva empresa que te traes entre manos.
Son esas cosas tan difíciles de explicar a los que no sabe bien qué es esto (o han tenido la mala suerte de dar sólo con blogs malos y sin ningún atractivo). Uno se ve casi teniendo que aclarar que no se pasa el día chateando, que aquí hay buenos contenidos a la vez que relaciones interesantes.
Un abrazo a los dos.
Tú lo ha explicado bien, querido Porto. Contento de verte por aquí y deseando que eso que te inquieta (que de alguna manera nos inquieta ya a todos los que te apreciamos) se resuelva del mejor modo posible.
Un abrazo.
Sé que tengo mucha suerte, os leo a los tres...
Estoy de paso..volveré, eso espero.
Saludos.
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