Habría que preguntarle a él, al pintor, qué quiso finalmente dibujar. Uno se ve al menos esbelto, lo que no es moco de pavo. Se advierte funambulista sobre el cascajo, lo que parece una visión certera de estos apuntes. Y descubre con desasosiego un espacio en blanco que le divide los hemisferios. El rostro. Es la senda sobre el Mar Rojo. Por ahí va Moisés. Arrastra, como si fueran latas de just married, las tablas de la ley. Tengo levita. Me queda holgada. Ando amputado de manos. Como si Bonhome, su subconsciente, quisiera prevenirme de su uso —mayormente el pseudoliterario—. Porto a la espalda una marmita de contenido incierto. La lechera de las ilusiones. La que se va al carajo a diario.
lunes, enero 19, 2009
Los Diarios según Bonhome
Habría que preguntarle a él, al pintor, qué quiso finalmente dibujar. Uno se ve al menos esbelto, lo que no es moco de pavo. Se advierte funambulista sobre el cascajo, lo que parece una visión certera de estos apuntes. Y descubre con desasosiego un espacio en blanco que le divide los hemisferios. El rostro. Es la senda sobre el Mar Rojo. Por ahí va Moisés. Arrastra, como si fueran latas de just married, las tablas de la ley. Tengo levita. Me queda holgada. Ando amputado de manos. Como si Bonhome, su subconsciente, quisiera prevenirme de su uso —mayormente el pseudoliterario—. Porto a la espalda una marmita de contenido incierto. La lechera de las ilusiones. La que se va al carajo a diario.
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4 comentarios:
No llevas ninguna cruz, sino que caminas sobre ella...
Sugestivo dibujo, desde luego.
Amigo Diarios, importa menos -creo, como pintor- la intención del artista, que la lectura que del dibujo haga el representado. El resultado final de la obra casi nunca refleja con exactitud la idea original. El proceso creativo tiene alma propia, y es ella la que corta, añade, suprime o transforma el fogonazo inicial que inspira el primer trazo. Creo que algo similar ocurre en todas las artes. ¿No pasa lo mismo en la creación literaria?
En todo caso, enhorabuena, a él y a ti.
Un abrazo.
Jugando al cascayu , pero no se ve la piedra, el trozo de yeso o de ladrillo, cualquier cosa que utilizabamos para ir moviendo casilla a casilla, para intentar llegar al cielo. Juego que se podía inprovisar en cualquier parte y que me llevó aquí a este blog por ser Cortazar el instigador en la sombra.
Pero rayuela o cascayu aparte, tengo una acuarela de Bonhome ¿será el mismo?
supongo que sí, en ella se ven unas manchas azuladas en las que uno se puede entretener adivinando realidades como cuando miramos las nubes en el cielo ¿o ya no las miramos ?
En cualquier caso, cruz de "cascayu", querido Jordi -y siempre buscando el cielo, en la rayuela y en la petite morte-.
Esa es la cualidad del arte, Amart, la de la interpretación, la de los varios sentidos. Coincido, además contigo, en que, en efecto, hay en el inicio de todo proceso creador una chispa liberadora que termina quemando lo que le viene en gana. Te voy a confesar algo: me aburre mortalmente ponerme a escribir algo que sé de antemano cómo va a acabar.
Querida Madelen, creo que somos paisanos así que muy probablemente tu Bonhome sea mi Bonhome.
Un abrazo a los tres y gracias por vuestras visitas y comentarios.
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