Es demasiado a menudo ilusoria la certeza. Por eso conviene recordar las muchas mudanzas que han precedido su última apariencia. Así, cuando se nos llene la boca de certezas, no olvidaremos que nunca alcanzan formas definitivas, que siempre venimos de antiguas, distintas y sucesivas certezas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario