Tomo el café con M. Me cuenta que, con motivo de su fallecimiento, les habló de Ángel González en clase a sus bachilleres. Y que les recitó el poema Eso era amor. ¿Te acuerdas? Claro. Decía: “Le comenté: / -Me entusiasman tus ojos. / Y ella dijo: / -¿Te gustan solos o con rímel?/ –Grandes, / respondí sin dudar. / Y también sin dudar, / me los dejó en un plato y se fue a tientas. ¡Qué asco!, profe –protestaron los angelitos-.
3 comentarios:
Habría jurado que en tiempos de "warhammers", "transformers" y demás, ojo más o menos no les habría molestado. Pero los alumnos, créeme son un insondable misterio.
Un abrazo.
Al bueno de mi amigo Tanner le dijeron, cuando les puso una película sobre la Odisea: "Vaya nombres tan chungos, profe Telémaco, Tiresias...puag! no hay quien se acuerde.
Y quién decía eso se llamaba Jessika o Sheila o Nayara. Lo dicho, "angelitos".
Besos con nombre propio.
Algo sé de esos bichos, FPC, que de vez cuando tengo que esquivarlos por casa.
Un abrazo.
Qué buena anécdota, querida Lula.
Un abrazo también para ti.
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