miércoles, diciembre 07, 2011

Donald Toole


A Donald Toole le gustaban los hombres y el boxeo. Nació tullido. Tuvo siempre que pagarse sus caprichos y nunca pudo subirse a un ring. Dicen que hubiera cambiado a gusto su cátedra de literatura contemporánea en Princeton por aguantarle un asalto de pie a uno de los grandes. Escribió un único libro de poemas: The winged fighters.  

A veces arrojamos la toalla
por entre las cuerdas del cuadrilátero
con la resignación de que nada se puede hacer
por un tipo conmocionado
que ni siquiera consigue
ponerse en guardia.
¿Qué tienen que ver esos púgiles con nosotros?
¿Nos han pedido acaso
este último gesto de piedad?
¿Qué nos llevaremos a la esquina
después de que la campana suene
con la urgencia de las sirenas?
Compartimos su derrota.
Quizás hasta una pequeña parte de su dolor.
Pero nunca las heridas ni la sangre.

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