La discreción es tan necesaria, en su justa medida, como el ejército en los países democráticos. Previene y protege.
La discreción absoluta es tan opresiva como el ejército de las tiranías. Reprime e intimida.
La indiscreción vuelve indefenso al mundo y lo deja a merced de los pillos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario