Ahora que se empieza a hablar de la crisis del blog, desplazado, según parece, por tuis y feisbus, a uno le parece una buena reflexión sobre el asunto esta que hace Enrique Baltanás en su blog Al margen de los días:
"No recuerdo dónde leí hace poco que el número de blogs, que hasta hace muy poco, aumentaba de modo exponencial, se había frenado considerablemente este último año. La causa: la creciente popularidad de las redes sociales. En Twitter o en FaceBook, basta con una frase, una línea, ni siquiera eso, basta con una imagen o un enlace. Nada que ver con la, casi, siempre más dificultosa y arriesgada elaboración de una entrada. Porque una entrada puede ser un artículo, una página de un diario, una glosa, un microrrelato, un breve ensayo… Y eso, como se sabe, ya no está al alcance de cualquiera. Así que los blogs se enfrentan a su primera crisis… de crecimiento. Pero no de identidad ni de naturaleza. No sólo porque blogs y redes sociales pueden estar interconectados, y de hecho lo están, sino porque el blog, quizá ya no tan mayoritario, conserva aquello de lo que quizá carezcan las redes, es decir, un cierto aire de profesionalidad, de continuidad, de persistencia. El blog, por otra parte, preserva la intimidad de su autor, su espacio personal, sin sumirlo en la corriente continua de las redes sociales, en la vorágine de sus constantes y cambiantes mensajes. La verdad es que entran ganas de decir, ¡El blog ha muerto! ¡Viva el blog!”
1 comentario:
Mejor que queden los que tienen que quedar. Ahora hay demasiados, mucha gente solo quiere comunicarse y para eso están las redes (buen invento), escribir es otra cosa. Y, como dices, los que seguís (seguimos) tenemos las redes a nuestra disposición. Para usarlas o ignorarlas, para interconectar con el blog o mantenerlo independiente. Todo el mundo contento. A ver si a partir de ahora los árboles nos dejan ver el bosque.
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