lunes, mayo 25, 2009

Balnearia

Uno empieza a tenerle querencia a esa terapia de aguas que dicen viene de Roma. A ese dejarse golpear por chorros violentos que vivifican. A ese dejarse amansar en marmitas tibias. A esa dejarse exprimir por vapores hirvientes. El agua ha sido siempre una recurrida metáfora. Lluvia, oleaje y ríos; tristeza, avatares, vida. Le busco también a esta novedad balnearia su reflejo: ¿placenta?

No hay comentarios: