En la muy original novela Sólo un muerto más, de Ramiro Pinilla, el protagonista, Sancho Bordaberri (Samuel Esparta), novelista vocacional metido a investigador por afición al género negro, mantiene esta conversación con Luciano Aguirre, falangista y poeta:
"-Se trata de escribir lo que se ve y lo que se oye. Nada más...
-¡Pero eso está al alcance de una máquina de fotos y un registrador de voces!
-En cierto modo, el creador debe desaparecer. Narrar es centrarse en lo de fuera, y en este fuera hay otros, hay hombres y mujeres que deben pesar en la historia más que el propio narrador. Los poetas no saben hacerlo. No porque no puedan sino porque no está en su ser.
-Así que se trata de humildad.
-Y de algo de imaginación.
-¿Imaginación en el realismo?"
"-Se trata de escribir lo que se ve y lo que se oye. Nada más...
-¡Pero eso está al alcance de una máquina de fotos y un registrador de voces!
-En cierto modo, el creador debe desaparecer. Narrar es centrarse en lo de fuera, y en este fuera hay otros, hay hombres y mujeres que deben pesar en la historia más que el propio narrador. Los poetas no saben hacerlo. No porque no puedan sino porque no está en su ser.
-Así que se trata de humildad.
-Y de algo de imaginación.
-¿Imaginación en el realismo?"
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