miércoles, julio 11, 2012

En Lucca














La Madonna de Lucca

Como vuelta a la vida,
la Madonna de los altares
proyectaba su reflejo en el atrio:
se le había convertido el manto en harapo,
la corona, en greñas,
y el niño del regazo
le andaba descarriado por las calles
descuidando carteras.

2 comentarios:

conde-duque dijo...

Qué maravilla de viaje te has pegado (o estás pegando) ¿no?
Aquí hay libro.

DIARIOS DE RAYUELA dijo...

Ya pasó.
Tú sabes mejor que nadie lo maravillosa, caótica e hipnotizante que puede ser Italia.
Un fuerte abrazo.