jueves, diciembre 17, 2009
Cerrado por Navidad
lunes, diciembre 14, 2009
De David Trueba
jueves, diciembre 10, 2009
Cruzando el puente
Sigue la huelga de hambre de Aminatu Haidar. Pensaba en ello mientras paseaba a la orilla de la playa camino del trabajo. Pensaba en eso que pomposamente llaman causas y que a veces nos empujan como una fuerza ciega, invisible, a la que nos empeñamos en ponerle rostro, paisaje, patria. Que le da sentido a la vida, por desesperación o en la solidaridad. La causa siempre se nos antoja imprescindible mientras se brega por ella. Pero como toda utopía es ensoñación y, casi siempre, mentira. Algunos seres sagrados, decía Auden, sólo pueden definirse en términos de no ser: la Oscuridad, el Silencio, la Nada, la Muerte. La causa es para muchos un ser sagrado que sólo se define en términos de sacrificio. La tribu de la causa se ha reunido en torno de Aminatu como alrededor lo expiado. En la lejanía, sus hijos son una referencia vaga, sin movimiento, sin voz, casi sin rasgos. Causa parricida que parecen empeñados en definir también finalmente en términos de no ser para la propia Aminatu y, sobre todo, para su prole. Colateralidades de lo sagrado.
La arrogancia siempre es un argumento de exceso (pienso en Herman Tertsch). La sobrestimación de la ironía conduce a la pespectiva del picado: al menosprecio (chusco humor el de Wyoming). La violencia es yesca en la aridez cerebral de muchos. Siempre injustificable. Siempre peligrosa deriva hacia la trinchera.
martes, diciembre 01, 2009
Usos horarios
lunes, noviembre 30, 2009
jueves, noviembre 26, 2009
Sobre el método
miércoles, noviembre 25, 2009
Libe diem
jueves, noviembre 19, 2009
Del y de lo magnífico
viernes, noviembre 13, 2009
Anacoluto y sarcasmo
El sarcasmo es una carcajada que muestra sin pudor el sarro del alma.
miércoles, noviembre 11, 2009
Cucurrabucu
domingo, noviembre 08, 2009
La piscina
 viernes, noviembre 06, 2009
martes, noviembre 03, 2009
Por ver lo que pienso
miércoles, octubre 28, 2009
Ciutadella

como a cañería y hervor de guiso,
pero un mirador al que llegaba en calma
la mar durante el día
y su rumor por la noche.
Era verano,
el mejor de los tiempos,
si se tiene la dicha compartida
y los años justos para gozar
del sabor a yodo en las pieles tibias,
del milagro del sol
y de las islas.
lunes, octubre 26, 2009
Battle Creek

miércoles, octubre 21, 2009
Refrán (cés)
Wislawa Szymborska
MI DIFICIL VIDA CON LA MEMORIA
Soy mal público para mi memoria.
Quiere que continuamente escuche su voz,
y yo no dejo de moverme, carraspeo,
escucho y no escucho,
salgo, regreso y vuelvo a salir.
Quiere ocupar mi atención y mi tiempo por completo.
Cuando duermo le resulta fácil.
De día, depende, y eso le molesta un poco.
Me desliza insistente antiguas cartas, fotografías,
trata hechos importantes y sin importancia,
pone la mirada en paisajes inadvertidos,
los puebla con mis muertos.
En sus historias siempre soy más joven.
Es agradable, sólo que para qué seguir insistiendo en eso.
Los espejos me dicen otra cosa.
Se enfurece cuando me encojo de hombros.
Y, vengativa, me echa en cara todos mis errores,
Graves, luego fácilmente olvidados.
Me mira a los ojos, espera a ver qué digo.
Al final me consuela con que pudo haber sido peor.
Quiere que viva ya sólo con ella y para ella.
De preferencia en una habitación oscura y cerrada,
y en mis planes hay siempre un sol presente,
nubes actuales, caminos en curso.
A veces estoy harta de su compañía.
Le propongo separarnos. Desde hoy y para siempre.
Entonces sonríe compasiva,
pues sabe que para mi también sería una condena.
martes, octubre 20, 2009
La escuela de los domingos
lunes, octubre 19, 2009
Las Nanas
 jueves, octubre 15, 2009
El Sur
viernes, octubre 09, 2009
Carnalia
 COMO un adolescente,
como quien ha perdido —sin navegar— el rumbo,
como ménade o sombra, no lo sé.
El caso es que me muero cuando te veo desnuda
y desde las cortinas, echadas, de tu sexo
advierto el tabernáculo, las ascuas que resumen
el fuego de los soles
y el calor de los números.
Mis ojos otra cosa no miran, ni los libros,
sagrados hace tiempo, ni las fotos
que guardan, ya en olvido, mi memoria
ni el paisaje que fluye, como los rascacielos,
detrás de la ventana, ni el río de la vida,
que va a darse de bruces contra la mar.
Por ti he abandonado
esos pequeños vicios que acomodan
los años transcurridos, en espera del día
en que todo se cierre, también entre tus piernas,
y no queden rincones que explorar en tu cuerpo
ni caricias, a oscuras, en sitios improbables,
ni normas que infringir; pues comienza a saberme
agrio el vino y perdieron
interés los manjares, que tanto disfrutaba.
E incluiré la poesía, pues no existen lugares
amenos, si no estás ni me huelen las rosas
sino al humus obsceno de tu vientre.
Es extraño. Lo sé
—ya sé que no sé nada— y me siento indefenso,
irremediablemente condenado
a arder en ese infierno que estalla entre tus muslos.
(Carnalia, Domingo F. Faílde. Cuadernos Cálamo-Gesto. Gijón, 2009)
lunes, octubre 05, 2009
Mercedes Sosa

Duerme, duerme, negrita...
martes, septiembre 29, 2009
Verde y humilde
viernes, septiembre 25, 2009
De lo inquietante
Pasa en no pocas ocasiones con los poemas, más raramente en las narraciones extensas —aunque suele ser recurso de muchos cuentos—, pasa con ciertas melodías y con no pocas fotografías, principalmente de paisajes —en particular con los desolados, con los desérticos o con los que sabemos a ciencia cierta que yacen silentes como tumbas—, y, pasa, sobre todo, con la pintura. Hablo de la inquietud. De lo inquietante. De lo que se nos pone en los ojos como una mácula obsesiva. La Lisbeth Salander de Millennium —uno cayó en la tentación de la primera de las tres partes y descubrió ese personaje fascinante en medio de muchas páginas de relleno— será siempre Tamara Villoslada. El retrato que de ella hizo quien era por entonces su pareja, Gino Rubert, un pintor permanentemente inquietante.miércoles, septiembre 23, 2009
Letras canallas
A uno le da apuro hablar de estas cosas. Y sin embargo creo que debo hacerlo. Quienes seguís estos diarios desde hace tiempo sabéis que sólo con el paso de los días han ido desvelando el rostro de quien los escribe. Ya no son, por tanto, tan anónimos como nacieron. Al inicio la intención en ellos era poco más que hacer dedos. Ejercicios de aproximación a lo literario. En eso se anduvo con mejor o peor fortuna. Y en eso se anda aún. Sin dar más señas de identidad que las de la mi sensibilidad, que no es sino la manera en que se está en el mundo respondiendo a sus reclamos. No creo que me hubiera sentido cómodo en otro tipo de bitácora, dando sobre mi más allá de lo imprescindible. Pero no constituiría ya sino una discreción casi patológica tener por vez primera una novela, una breve novela en las librerías, y no dar noticia de ella. No animar a su lectura. Se escribe y se publica, entre otras razones no menores tampoco, para que se nos lea. Y hay en el resultado final del libro que llega a las manos del lector no sólo el esfuerzo de su creador, sino la apuesta de un editor. Alentado en estas reflexiones, me animo a hablar de mi novela Letras canallas, publicada por la editorial Septem y que recién empieza a distribuirse por las librerías. En ella se combina algo de humor, posesiones casi diabólicas, pequeñas dosis de tragedia en tono parco, bastante parodia y una pertinaz auto-conmiseración del narrador, que, aclaro, no es quien la escribe, aunque, me temo, algo tendrá de él. Decía en una entrevista reciente mi paisano Ricardo Menéndez Salmón que la literatura no es un oficio sino una enfermedad, que uno no escribe para ganar dinero o caer bien a la gente, sino porque intenta curarse, porque está infectado, porque lo ha ganado la tristeza. No le faltaba razón. De esa, la tristeza, o de otras carencias nace siempre lo que escribimos. El protagonista de Letras canallas cuenta por alivio, narra para justificarse, escribe para entender el mundo. No es un héroe intachable. Es, más bien, un pobre hombre. Las letras le son canallas, pero, aún así, las necesita como el aire que respira. Lo condenan, sí. Pero también lo salvan. Esta obrita es pues, dejadme que os ponga en la pista, una alegoría del propio oficio de escritor. Como aclara la cita de Claudio Magris que antecede la trama de la novela: “La literatura no salva la vida, pero puede darle sentido.” miércoles, septiembre 16, 2009
Nudos indesatables
viernes, septiembre 04, 2009
Sin argamasa
miércoles, septiembre 02, 2009
Cita
martes, agosto 25, 2009
Un perfume frío
sábado, agosto 15, 2009
Renglones de playa
jueves, agosto 13, 2009
lunes, agosto 10, 2009
Ajedrez
viernes, julio 31, 2009
Frouxeira
Cando as lexións románs chegaron a Fisterre —conta Valeiro Flavio— que os soldados ó ver o sol asolagarse no océano, escoitaron algo así como o runxido que fai un ferro o roxo vivo que se mete na na fragua do ferreiro e asoenllaronse e di... que estaban presos dun relixioso terror: habían chegado o fin do mundo e habían visto a morte do sol... Pero polo sur, antes de chegar ó Fisterre, cando as lexións romás chegaron ó río Lima, creron que era un río famoso na mitoloxía greco-latina, creron que era o Letheo, o río do olvido. Os que pasaban aquel río ó chegar a outra ribeira, esquencíanse a lengua que falaban, esquencíanse os nomes propios, os nomes das súas familias e os rostros, xa non sabían de onde eran, apátridas, vagabundos, sen noites nin días polo mundo. E non quixeron cruzar o Lima e tuvo que ser o propio xefe das lexiós, Décimo Xuño Bruto, quen pasou a cabalo e dende a outra ribeira empezou a chamar os lexionarios polo seu nome, a dicirlles as batallas en que habían estado xuntos, as xentes que o coñeceran e hasta os nomes das familias e os nomes das terras de onde proviñan. E entón, convencidos de que aquel non era o Letheo, de que aquelas augas mansas que van verdes entre [...] e xunqueiras creron de verdade que non era o río do esquezo e pasárono e emprenderon a conquista de Galicia, a romanización de Galicia. De modo que Galicia é nin máis nin menos unha terra que ten a cabeza onde remata o mundo coñecido e ten os pés no Río do Esquezo. Realmente non pode haber país máis estrano, non pode haber país que estea máis lonxe, e que de máis lonxe veña a entrar dun xeito ou outro na grande historia humán.
jueves, julio 16, 2009
Chaves Nogales

“Cuando iba a Moscú y al regreso contaba que los obreros rusos viven mal y soportan una dictadura que se hacen la ilusión de ejercer, mi patrón me felicitaba y me daba cariñosas palmaditas en la espalda. Cuando al regreso de Roma aseguraba que el fascismo no ha aumentado en un gramo la ración de pan del italiano, ni ha sabido acrecentar el acervo de sus valores morales, mi patrón no se mostraba tan satisfecho de mí ni creía que yo fuese realmente un buen periodista; pero, a fin de cuentas, a costa de buenas y malas caras, de elogios y censuras, yo iba sacando adelante mi verdad de intelectual liberal, de ciudadano de una república democrática y parlamentaria.”
miércoles, julio 15, 2009
martes, julio 14, 2009
El lector
viernes, julio 10, 2009
Sin ganas
miércoles, julio 08, 2009
El hombre elefante
lunes, julio 06, 2009
Viernes

jueves, julio 02, 2009
Brinquedos
 Enzo Ferrari tenía un viñedo en el que consechaba un vino escaso, excelso, para uso propio y para regalar a los amigos. Se le ocurrió que no habría mejor cofre para aquellas botellas que una reproducción del modelo que hiciera campeón a Fangio. Un regalo que era un coche a escala con una botella de excelente vino en su interior. Siempre anduvo Joao detrás de alguna de esas escasas reproducciones. Un amigo lo llamó un día desde Florencia. Había visto una en un anticuario. Joao y su mujer tomaron enseguida un vuelo que los llevó hasta la pieza codiciada. Dice el viejo que la consiguió a un precio escandaloso. De Ferrari auténtico. Luce ahora también en el museo. Y uno la ve distinta sabiendo cómo llego hasta aquí. A veces, algunos pequeños que visitan estas instalaciones en excursiones escolares quieren saber por qué Joao no camina. Él les dice entonces que no puede hacerlo porque no le han dado cuerda. A continuación, los pequeños les preguntan a sus maestros por qué al señor de la silla de ruedas no le dan cuerda. Ese juego también le divierte a Joao. Se ríe y nos contagia. Al irnos, se desprende ceremonioso del guante de su mano derecha. Se la estrechamos agradecidos.
viernes, junio 19, 2009
Lisboa
 Lisboa era neutral.
Rick acompañó a Lisa hasta el aeropuerto.
En las hélices del avión se enroscaba el tiempo
como un ovillo a los pies de un gato.
Qué hacer luego con los nudos.
Partiremos de mañana.
Viajaremos al paso escaso
con que arrastra la luz el sol.
Parábola de migas.
La hogaza del hogar a las espaldas
y la voraz turbulencia de las palomas
en la otra orilla,
sobre el estuario mismo de los atardeceres.
(Hasta la vuelta.)
jueves, junio 18, 2009
lunes, junio 15, 2009
Tres fotografías
 En segundo lugar, la instantánea que Nick Ut tomó en 1972 en Vietnam tras un bombardeo con napalm y en la que Kim Phuc, una niña entonces de nueve años, corre desnuda con su piel ardiendo. Y por último, la fotografía de Franns Rilles Melgar, el emigrante boliviano sin papeles, que sufrió la amputación del brazo izquierdo en una panificadora donde trabajaba sin contrato por un salario escaso. Su patrono arrojó la extremidad amputada a un contenedor y, por miedo a las sanciones, dejó 
desangrándose a su empleado a doscientos metros de las urgencias del hospital. En la primera hay perfección formal, hay posado, tomas varias y algún retoque final. Según parece, una cita del filósofo Francis Bacon permaneció clavada en la puerta del cuarto oscuro de Dorothea Lange durante muchos años: “La contemplación de las cosas como son, sin error o confusión, sin sustitución o impostura, es en sí misma algo más noble que una cosecha entera de invención”. La cosecha de las uvas de la ira de estos blanco y negros de la Lange siguió a su modo la recomendación. Persiguiendo, uno cree, más una finalidad que una estética ética. Lo logró: la madre migrante fue finalmente icónica. La foto del Kim Phuc es, por contra, seguramente mucho más imperfecta, pero tiene a su favor la verdad incuestionable de la toma única, del instante irrepetible. Consiguió remover conciencias con la verdad desnuda y borrosa. Diríamos que hay entre ambas fotos la distancia que separa el asco refinado de la arcada irreprimible. La tercera tiene escasos días. La distribuyó la agencia Efe dándole soporte gráfico a las prestaciones que a los sin escrúpulos le rinde, en tiempos de crisis, la emigración clandestina. La imagen es en color y el encuadre deja el muñón en primer plano —levemente desenfocado, como si un asomo de pudor le pudiera en el último momento al objetivo—. El cúmulo de vendas, agujas y blanco impoluto, aséptico y hospitalario de las sábanas lava la cara de un país que demostrándose ineficaz en el filtro de las fronteras y en la garantía de las condiciones laborales, procura al menos la curación de las víctimas de esa desidia. Supongo que en esa asociación de tomas tiene mucho que ver el fondo de iniquidad que en todas ella subyace, la personificación del abandono en una madre en la ruina, en una niña abrasada y en un emigrante amputado. Habrá mil fotos más, un millón, que se pudieran añadir a éstas. Pero esa noche, en ese trance en que uno lucha por conciliar un sueño que se le hace esquivo, las que yo vi de pronto, superpuestas, fueron las de Florence O. Thompson, una madre con tres de sus hijos en medio del hambre; la de Kim Phuc, una cría que llora a gritos sobre las brasas; y la de Franns Rilles Melgar, a quien a cambio de un brazo le darán por fin sus papeles.viernes, junio 12, 2009
Galeradas

jueves, junio 11, 2009
Culturas
miércoles, junio 10, 2009
Discreción
viernes, junio 05, 2009
Magistral alquimia
A partir de un gesto de coraje, la dignidad de un presidente que fija su espalda al respaldo del escaño cuando el resto de los congresistas gatea, Cercas escribe uno de los más vibrantes, emotivos y certeros libros que uno haya leído. Lo que el autor deseaba en principio era construir esta historia desde la ficción, sin embargo terminó por cimentarla en la pesquisa documental, sin que por ello el libro pierda la fuerza de las mejores obras literarias. Tiene un argumento potente. Unos personajes perfilados con verosimilitud incuestionable. Su desarrollo engancha de tal modo al lector que sus casi quinientas páginas se devoran con la misma avidez con que se aborda una bien urdida trama novelesca. Recurre a los duelos, a los paralelismos, a los héroes, a los villanos, a las traiciones, a las catarsis. Y todo ello, sin más añadido imaginario que la conjetura de unas pocas conversaciones, la motivación de algún personaje, de ciertos comportamientos; y siempre, en esos casos, advirtiendo del recuso intuitivo emprendido. Es pues un libro que cuenta fielmente un cautivador pedazo de la historia de nuestro país de la mejor manera posible y con los mejores mimbres: desde la verdad y a través de la literatura. Magistral alquimia.
miércoles, junio 03, 2009
Dos caxigalíne(a)s
El desprecio como defensa cava trincheras y nos hunde los pies en el barro. La alegría como esgrima nos vuelve tan ágiles y brillantes como mariposas.
martes, junio 02, 2009
Modus vivendi
miércoles, mayo 27, 2009
Espiando juntos desde lo oscuro
lunes, mayo 25, 2009
Balnearia
jueves, mayo 21, 2009
Vidas (profesionales) ejemplares
miércoles, mayo 20, 2009
Poética narrativa
"-Se trata de escribir lo que se ve y lo que se oye. Nada más...
-¡Pero eso está al alcance de una máquina de fotos y un registrador de voces!
-En cierto modo, el creador debe desaparecer. Narrar es centrarse en lo de fuera, y en este fuera hay otros, hay hombres y mujeres que deben pesar en la historia más que el propio narrador. Los poetas no saben hacerlo. No porque no puedan sino porque no está en su ser.
-Así que se trata de humildad.
-Y de algo de imaginación.
-¿Imaginación en el realismo?"
jueves, mayo 14, 2009
Las noches que aún queden por venir
que en LAS NOCHES QUE AÚN QUEDEN POR VENIR
no habremos de buscarnos ya en la luz
sino acaso tan sólo en la memoria,
nos convendría al menos el consuelo
de no albergar entonces más deseo
que el de sabernos juntos todavía
contra el silencio insomne de lo oscuro.
lunes, mayo 11, 2009
Talla de luz









